Este hecho de amor, generador del primer vínculo entre madre-hijo, tiene efectos positivos a corto como a largo plazo en la salud de la mujer como de los niños. Protege del desarrollo de infecciones y reduce la morbi-mortalidad infantil.
Asimismo, debido a su composición específica y particular para cada individuo: “La lactancia materna contribuye significativamente al desarrollo cognitivo, lo cual, junto a un adecuado seguimiento prenatal, posibilitan el desarrollo pleno del potencial de cada individuo, estableciendo las bases de la igualdad social en el inicio mismo de la vida”, expone la licenciada.
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